viernes, 26 de enero de 2007



Correa me dio su potro, y al salir desalado tras de Franco, vi que Millán, con emulador aceleramiento, tendía su caballo sobre la res; mas ésta, al inclinarse el hombre para colearla, lo enganchó con un cuerno por el oído, de parte a parte, desgajolo de la montura, y llevándolo en alto como un pelele, abría con los muslos del infeliz una trocha profunda en el pajonal. Sorda la bestia a nuestro clamor, trotaba con el muerto de rastra, pero en horrible instante, pisándolo, le arrancó la cabeza de un golpe, y, aventándola lejos, empezó a defender el mútilo tronco a pezuña y a cuerno, hasta que el winchester de Fidel, con doble balazo, le perforó la homicida testa

La vorágine José Eustasio Rivera

Nadador fugaz, pájaro negro

El agua huye del cuerpo que la surca,
se abre en canal melódico, concede
caricia al nadador, de cuerpo entero,
y en armónico olvido, repentina
cierra su huella en tersa, virgen luz,
cancela el suceder, concéntrico temblor disipa,
expulsa la memoria del intruso, cicatriza
impasible y celeste,
en plácida, verde, dulce calma,
otra vez víspera entera y ya por fin sin nadie.

Grande es el peso de otra vida
posada en la flexible rama blanca del cerezo.
Cimbra dócil la florida firmeza,
se curva, oscila, acepta, pero vuelve
a su invicto nivel en bailarín temblor,
y a la respiración libre y azul,
por donde negro pájaro se aleja
llevándose su sombra, su tenue demasía
de huésped excesivo.

César Mermet

Quién fue?

a gabriel quiroga

ahí
en la caja final está tumbado
un tipo común
un poeta

su epitafio prolonga su existencia
siempre en la misma caja
desde siempre muerto

allí los triunfadores
con sus vanidades despreciables
con su abulia de haberlo logrado
(recordemos a pessoa,
a borges)

aquí el poeta muerto
nadie
un periplo hacia la derrota final
nadie

conoció la huída de stirner
la noche de trakl
el vagar ácrata de fijman
en el encierro

murió sin nombre
un día cualquiera

lo mató
la guadaña silenciosa
de los necios conjurados

miércoles, 24 de enero de 2007

Destiempo

Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.

Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.

Enrique Lihn

martes, 23 de enero de 2007

Para que se sepa

pero
apenas se para que sepa
que es ésta y no aquella
la que trepa el deseo y permea
el relente de los eunucos enguantados

de los muchos topos
que ni sibaritas ni putitas
dicen
tampoco perrunamente exhiben el rayón

y la soberana presencia
roja
de grosa prosa
arremete rosas bilingües
acandadadas

se enreda con sus palabras
se perfora
donde NO corresponde
apes arap sanepa
apes arap sanepa

para que se sepa

Fanal profundo

la llave la risa que
abre
su nombre de ella
su nombre dictado hace tiempo con

voz cíclica

cínica y hasta al verdugo
espanta y le demanda un golpe
justo

justo y medido
eficaz, detrás de todo nombre
un hombre eficaz

o un vientre de mujer que es un vientre de mujer
otro
de mujer lamida con interior
permiso

y vaciada y en puta espíritu
tragada
y al fin nombrada

mente de bicho fanal
de parásito la profundo
lectura

reírse
anterior a quien examina en voz curación

el oficio hermético al sonido surco