jueves, 30 de octubre de 2008

La presencia

su tiempo
de miel escarlata
fue aglutinado tras la medida justa
de un cielo opaco

la fosforescencia inerte de un
porvenir deseablemente deseado
recorría pupilas obnubiladas
mientras que desgarraba ansias
peligrosamente foráneas, mientras

zumbidos relampagueantes atestaban
un aire denso, gris, paradójicamente porteño

hastío
que es furia
que es tiempo
impregnado en anatomías demasiado humanas

que es rencor material
lo que dilapida mi poder no es nuestro
nulamente tuyo

supimos de sangre en el cuerpo hermano
de lágrimas en el ojo amigo
de voces ahorcadas antes de cualquier suspiro
pero sobre todo de espanto en la elipsis cómplice

Crisis

después de las mil bolsas caídas
y recaídas
y de las mil
caídas
de las
bolsas
de los chinos con las cabezas destrozadas
y del sórdido empleado devenido desempleado

después de todo lo peor
de la muerte de todos
del fin
estoy tranquilo

nadie discute que yo siga siendo tan dueño
de mi riqueza como el pobre de su miseria

Cuerpo

¿hace frío en el agujero?
lo entierran no como quiero
sino despacio y en silencio
no lo arrojan
ni escupen mi cuerpo

un momento solemne

ahora que no queda nada
más que un pálido despojo
no lo arrojan
ni escupen mi encierro

un consenso hueco

cuando lo arrastraba
en el frío más nocturno
o entre el filo de las piedras
lacerantes
nadie lo halagó tanto

tampoco esa vecina generosa
amiga de los gatos
le tiró un queso
o trescientos huesos
o una lágrima
de la cual
beber

hasta hoy
fue una carga difícil
como normalmente se dice de los enfermos
o de los
muertos

Ciclo

has entregado tu voz al viento
y aun así no has creado nada
feliz; un rincón donde sortear la noche
nada

él

Una cosa sana no respira.
Antonio Porchia

está allá sobre el borde
donde todo le pasa
sin que le pase

cree en la noche
porque un diestro artífice
la nombra sobre su hombro

todas las mentiras lo engañan

va adonde todos han ido
sin ir

flota
sobre las huellas profundas
de los hombres de plomo

a veces muere
pero nunca lo advierte
el fuego no arde
tanto como dicen

apaga su voz ausente
para descubrir su eco
la transparencia de una farsa

se olvida de temblar
de caer cuando se debe
de tenerse en pie

althusser

es imperioso ser alguien
un domador de leones
o un alfarero

un policía borracho que escupe en el piso

es la ley


no hay excusas
para los fantasmas
o los miserables que al costado del río descansan

para ellos el rigor

poco a poco
los iremos sometiendo
les daremos zapatos de plomo
una mesa gris

un cuerpo
para envejecer

voz
"Médico, el ataúd lo cura todo" Nicanor Parra
"Der destruktive Charakter lebt nicht aus dem Gefühl, dass das Leben lebenswert sei, sondern dass der Selbstmord die Mühe nicht lohnt" Walter Benjamin

(El carácter destructivo no vive del sentimiento de que la vida es valiosa, sino del sentimiento de que el suicidio no merece la pena)
"No hallé como quien ser, en ninguno. Y me quedé, así: como ninguno" Antonio Porchia
"La verdad tiene muy pocos amigos y los muy pocos amigos que tiene son suicidas" Antonio Porchia