sábado, 13 de enero de 2007

Caída

después de cale o dylan (thomas)
crecen las sombras y sin embargo
"rage, rage against the dying of the light"

muero un poco al borde del tiempo
perfecto que me narra
del grito profundo del silencio azul
de estar parado y ya sentir la caída

muero un poco, dylan

cómo escuchar la voz temprana
la conjura perfecta de la risa kafkiana
o de esa hoja que sútil cae

cómo escucharte, cale

y no hundirse un poco en el miedo
de medir el aire con la violencia de mi cuerpo
de resbalar sin quererlo

I

memoria del sur
trae el viento temprano
un privilegio

Alemania

eso es papel y
el papel va con el papel
y lo orgánico con lo orgánico

y los canarios muertos con los canarios muertos

las niñas pálidas con las niñas pálidas

el cuerpo en su cáscara
todo está en orden

yo en alemania
yo soy el virus
soy gregor samsa
el bicho

etwas ist nicht in ordnung

Poema 6

El desarraigo: pesado como un hacha
o alto como pluma de pájaro.
La huida de las cosas—extraña parábola—
y los refugios cada vez más inciertos
de hogares que el deseo derrumba
en lo turbio: desatinadas profesiones
y adioses. Y en la oscuridad,
en la desnuda dimensión del viento
suele llegar la Gran Sultana,
herida por su propia belleza. Belleza
de venganza y olvido, implacable,
senos mediúmnicos para que todo el cielo
se una a los sentidos de los hombres.
No vuelve jamás al lugar del encuentro.
Nunca se alcanza ninguna salvación,
de manera que la vida puede perderse
al pie de una hermosura voraz y perseguida,
la asesina de ojos dorados
apostada en la sangre.

Enrique Molina

viernes, 12 de enero de 2007

Canto del cisne

Demencia:
el camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!

Juan Jacobo Fijman

Estoy cansado

Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.

Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.

Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.

Luis Cernuda

miércoles, 10 de enero de 2007

Periferia

es del otro lado
después del puente
sobre el río rancio
hay que cruzar la frontera
subirse al tren que cruje
y olvidar el tiempo

pero acá nada se sabe

de allá vienen
el rugido de las armas
y el olor a asado
los hombres pardos
con bolsos en sus espaldas
el barro bajo las suelas

el olor violento
de noches que no terminan
deambular guerrero
en pos de un vidrio
una bolsa
un agujero


también la poesía viene
pero acá nada se sabe

martes, 9 de enero de 2007

Vagabundo

sólo me recuerdo en fotos
o en otros
que narran la distancia
la errancia
allí donde el tiempo y el desarraigo
dicen "presente"

a bordo de una espera
me alejo siempre tras huellas fugitivas
de alcohol impregnadas
de desasosiego

colecciono fugacidades de imágenes
noches robadas al peor de los suicidos
el del silencio divino
el viento

lunes, 8 de enero de 2007

Subrayado en "Test": un sacerdote pequeño burgués que no cree en nada.

Test

Qué es un antipoeta:
Un comerciante en urnas y ataúdes?
Un sacerdote que no cree en nada?
Un general que duda de sí mismo?
Un vagabundo que se rie de todo
Hasta de la vejez y de la muerte?
Un interlocutor de mal carácter?
Un bailarín al borde del abismo?
Un narciso que ama a todo el mundo?
Un bromista sangriento
Deliberadamente miserable?
Un poeta que duerme en una silla?
Un alquimista de los tiempos modernos?
Un revolucionario de bolsillo?
Un pequeño burgués?
Un charlatán?
un dios?
un ionocente?
Un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.

Qué es la antipoesía:
Un temporal en una taza de té?
Una mancha de nieve en una roca?
Un azafate lleno de excrementos humanos
Como lo cree el padre Salvatierra?
Un espejo que dice la verdad?
Un bofet6n a1 rostro
Del Presidente de la Sociedad de Escritores?
(Dios lo tenga en su santo reino)
Una advertencia a los poetas jóvenes?
Un ataúd a chorro?
Un ataúd a fuerza centrífuga?
Un ataúd a gas de parafina?
Una capilla ardiente sin difunto?

Marque con una cruz
La definicion que considere correcta.

Nicanor Parra

Lengua recta

como un loco dentro de un cuerpo
pier paolo pasolini
(Lieja) lengua ladina
la más rugida
de las lenguas esculpidas
con anuencia griseada con
demencia acaracolada para
señalarme
receta aplicada
de conjurados titiriteros
de vórtice que niega
pura pringada mezquindad
que construye castillos para
señalarme
profilácticamente
cubierto y cerrado
y prolijo
bien encaminado
señalarme

Barroco con rencor

y cómo saltar un poco más allá de esta tímida línea que fuimos construyendo con paciencia de poeta barroco con rencor en los ojos pero también en la curva que define nuestra espalda de triste porteador porteado por las arbitrariedades de un mar ajeno con la costumbre de decirnos qué somos cuando nos somos eso sino sólo eso pero impregnados de una coalición de membretes uno a cada paso a cada paso hasta que por fin sólo sabemos andar errantes derivando de duda en enigma de ceguera en indecisión perpetua proliferación entonces de crímenes contra un cuerpo frontera que enreda y empaqueta como un presente manso para el leviatán canceroso que traza las coordenadas que anuda la huída que dice mi nombre con precisión inapelable

domingo, 7 de enero de 2007

Por su parte, Groucho Marx había opinado que "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".
¿Con quién quedarse? ¿Marx o Cucurto?
"La gran política es la cumbia, y las cumbianteras y las negras dominicanas y la comida peruana"
dijo Washington Cucurto en Perfil.
Se me ocurre que o Cucurto no leyó bien a Antonio Gramsci o yo no leí bien a Perry Anderson.

A propósito de El laberinto del fauno, la última película de Guillermo del Toro

"...lo peligroso del género fantástico es que se sustenta con la ambigüedad, es su nutriente"
G. del Toro

Con una estética que oscila entre lo fantástico y lo gótico, El laberinto del fauno se nos presenta, por razones en principio presupuestarias, ajena a nuestro provinciano universo del cine. Y aun así, se trata de una película que nos conduce a reflexionar acerca de nosotros mismos, de nuestro lenguaje estético y el contexto que lo nutre. Nos obliga a "pensarla en argentino" y así pensarnos. Nos interpela.
El desacierto político ya lo han señalado los críticos: el procedimiento de instalar un Märchen en la Guerra Civil Española no es ético. La muerte -pareciera- reclama solemnidad, carácteres identificables y líneas argumentales rectas. Características que si bien definen las coordenadas de nuestro cine de denuncia -desde La noche de los lápices hasta Garage Olimpo conocen la técnica-, no están de ningún modo ausentes del lenguaje hollywoodense. El didactismo, la "vía de mínimo esfuerzo", por lo tanto, es el vértice donde voluntades creativas tan dispares se cruzan. Enfrentar al mal -ya sea en su forma de Sauron, de Junta Militar o régimen talibán- encuentra en la expresión llana su poética oficial, sin que por eso se autorice una confusión de los dominios -fantástico o realista. Así comunicados, dentro del vasto lenguaje "hollywod/denuncialista" la lógica causa-consecuencia se mantiene como constante y lo delimita; y así, también, El arte narrativo y la magia actualiza su vanguardismo.
Ver El laberinto del fauno obliga a desdoblarse, a suspender nuestro instinto lógico y de este modo devenir niño para (re)observar la Guerra Civil desde otro lado. Operación que, si bien anula la racionalidad que reclama el tema, abre las puertas a una suerte de "terror infantil"; el cual, si se quiere, puede resultar insolvente en sus justificaciones pero no por eso menos siniestro o traumático para quien lo experimenta. Más aún, el punto de vista alterado -desplazado del natural observador blanco, adulto, hombre- resignifica la experiencia del miedo y la reenvía de un modo actualizado, inifinitamente enriquecido en su poder de sacudir la percepción. Es así que devenir niño, y la consiguiente suspensión de la moral estandarizada que imponen los temas "serios", permite un acceso a lecturas ambiguas y a una proliferación de sentidos; acceso que, claro está, también incomoda y genera conflictos a quienes pretenden una historia unívoca con su habitual modo inerte de narrarla.
Cabe concluir que Guillermo del Toro no leyó a Borges; ciertamente. Sin embargo su suerte se emparenta, allí donde nuestras izquierdas siguen sin poder leer El arte narrativo, allí vacilará Hollywood frente a El laberinto.